lunes, 7 de marzo de 2011

LÁCTEOS VEGETALES


Preparación Casera de lácteos vegetales
Son preparaciones sencillas y económicas que se obtienen a partir de semillas y agua. Aportan gran concentración de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Lo ideal es alternar su uso y observar como se asimilan.
Para la preparación se requiere una licuadora, un molinillo de semillas, un colador de malla fina y un trozo de liencillo. Estas leches no se conservan más allá de 48 horas en heladera, siendo lo ideal consumirla dentro de las 24 horas. Utilizar en lo posible agua filtrada o embotellada.
El endulzado es siempre opcional, pudiendo utilizarse miel de abejas, azúcar mascabo ó yerba dulce (stevia rebaudiana). Lo ideal es acostumbrarse a los sabores genuinos. Estas leches pueden complementarse con jugo de frutas o verduras (manzanas, uvas, duraznos, zanahorias, apio, etc). También puede elevarse su tenor graso con la adición de aceites vegetales prensados en frío (oliva, soja, lino, girasol, chía, sésamo). El residuo de la elaboración de estas leches, puede utilizarse para enriquecer masas, rellenos u otras preparaciones.
Principios fundamentales para hacer cualquier tipo de leche:     
Recuerde el primer principio es remojar las semillas o nueces en agua por un tiempo suficiente para ablandarla. Por lo regular unas 10-24 horas serán más que suficientes. Por lo general el agua deberá ser fría o tibia. Algunas veces será caliente. Una vez ablandadas estarán lista para ser molidas ya sea con un procesador de alimentos, con una licuadora (batidora) o cualquier instrumento culinarios que pueda fragmentar finamente o moler las semillas. 
El segundo principio es el de usar una cantidad apropiada de semillas. Con la soya recuerde que hay unas dos mil variedades cada una de ellas pudiera darle un sabor diferente. La más comúnmente usada es la blanca. Si la mezcla se sale muy concentrada, deberá diluirla al gusto 
El tercer principio es ser creativo. Añada frutas al gusto. Recuerde su gusto y el de su familia son únicos. No se desanime. Si esta muy concentrado, dilúyalo; si esta muy amargo, añada frutas o miel o cualquier endulzante natural 
Recetario de lácteos vegetales
                                                       
LECHE DE ALMENDRAS   
  • quince almendras peladas
  • medio litro de agua
Pelar las almendras y agregar el agua. Dejar 12 hs en remojo y luego licuar todo. Filtrar y endulzar.
Variante: utilizar semillas de girasol o nueces, o mezclas.
La almendra es una de las semillas oleaginosas más nutritivas y es altamente alcalina. Contiene proteínas de alto valor biológico, minerales, vitaminas y ácidos grasos esenciales. Aporta más calcio que la leche vacuna: 100g de leche de almendras aportan 252mg de calcio. Esta leche es ideal para el sistema nervioso y muy digestiva (no produce fermentaciones). Se aconseja para los niños, deportistas, embarazadas y madres en lactancia.
LECHE DE ARROZ                               
  • una taza de arroz integral
  • diez tazas de agua
  • cuarta cucharadita de sal marina fina
Lavar y tostar el arroz a fuego mínimo sin utilizar vehículo graso, hasta que se dore. Revolver con cuchara de madera. Agregar el agua y cocinar durante unas 2 horas tapado y a fuego lento. Luego filtrar y endulzar.
LECHE DE AVENA                                 
  • media taza de avena arrollada
  • un litro de agua
Mezclar la avena con el agua y llevar al fuego hasta que hierva, bajar el fuego al mínimo y cocinar 3’. Al apagar el fuego mezclar bien y dejar reposar 10’. Licuar la preparación y filtrar, exprimiendo bien el filtro.
Esta leche favorece el peristaltismo intestinal y actúa como un gel que suaviza las mucosas intestinales. La avena es sedante y relajante del sistema nervioso. La leche de avena puede utilizarse a nivel externo para trabajar sobre lesiones en piel, dado que es emoliente. Usar en las enfermedades eruptivas de los niños, eczemas, reacciones alérgicas. Se pueden hacer baños de inmersión poniendo la leche en la bañera, completándola con el agua. Al filtrar la leche hacer una muñeca y utilizar para aplicar sobre la piel como si fuese una esponja.
LECHE DE CEREALES (KOKOH)     
Esta leche se usa habitualmente en la escuela macrobiótica. Hay dos formulas principales:
  • 35 % arroz integral yamaní                                                                                
  • 60 % arroz moti integral
  • 5 % semillas de sésamo blanco
  • 55% arroz integral yamaní
  • 25 % arroz moti integral
  • 15 % avena arrollada
  • 5 % semillas de sésamo blanco
Tostar los ingredientes en una sartén a fuego mínimo sin utilizar ningún vehículo graso, hasta que se doren. Revolver cada tanto con una cuchara de madera. Mezclar y moler los ingredientes tostados hasta obtener un polvillo fino. Para preparar la leche usar 1 cucharadita y media de polvo en tres cuartos taza de agua la primer semana, para llegar luego a 1 cucharada por cada ¾ taza de agua. Cocinar la leche mezclando bien durante la cocción que se realiza a temperatura media hasta lograr la consistencia deseada (mínimo 20 minutos). Filtrar.
LECHE DE LINO                                
  •  una taza de semillas de lino
  • un litro de agua
Pasar las semillas por un molinillo y luego licuar con el agua. Dejar reposar 2 a 3 horas, filtrar y endulzar.
Es una leche altamente nutritiva y proteica. Aporta ácidos grasos esenciales, sobre todo los imprescindibles omega 3. Ideal para trastornos intestinales y constipación. Sus mucílagos son óptima nutrición para la flora intestinal y para proteger las mucosas.
LECHE DE QUINOA                         
  • dos cucharadas de quínoa
  • una taza y media de agua caliente
Remojar el grano al menos dos horas. Llevar a hervor y cocinar a fuego mínimo unos minutos. Colar con un lienzo y endulzar si es necesario.
Esta leche es utilizada en los países andinos para alimentar a los bebes. No resulta alergénica y es muy alcalina y proteica.
LECHE DE SESAMO                          
  • cuarta taza de semillas de sésamo integral
  • medio litro de agua
Moler las semillas en un molinillo. Agregarles el agua y licuar bien ambos ingredientes. Dejar macerar unas tres horas, luego filtrar y endulzar. Otro sistema para obtener leche de sésamo consiste en mezclar en licuadora una taza de manteca de sésamo (tahin) con dos tazas de agua.
Las semillas de sésamo son muy ricas en ácidos grasos esenciales, lecitina, minerales y vitaminas. La lecitina es una grasa fosforada y un nutriente de las células cerebrales. La leche de sésamo tiene más calcio que la leche vacuna: 100g de semillas de sésamo sin tostar contienen 1.125mg de calcio, mientras que dos vasos de leche vacuna contienen sólo 500mg.
MANTECA DE SESAMO (TAHIN)       
  • medio kilo de sésamo blanco
  • cuarto litro de agua hervida y a temperatura ambiente
  • sal marina
Secar las semillas con un ligero golpe de horno. Enfriar y procesar el sésamo adicionando agua y sal hasta obtener una pasta consistente. Envasar en frasco de vidrio y guardar siempre en heladera. Diluida con agua tibia puede usarse como crema.
MAZAMORRA                                   
  • cuarto kilo de maíz blanco partido
  • dos litros de agua
  • ralladura de limón, canela o vainilla
Lavar el maíz y remojarlo durante toda la noche en abundante agua. Enjuagar por la mañana y poner a cocinar a fuego lento durante al menos una hora, incorporando la ralladura, la chaucha de vainilla o el trozo de corteza de canela (si se utiliza canela en polvo, agregar a cocción ultimada). Retirar del fuego solo cuando el maíz esté bien cocido y la preparación de consistencia cremosa.
QUESO DE SOJA (TOFU)                  
  • 1 kilo de poroto de soja orgánico no transgénico
  • 5 litros de agua
  • 20 gramos de cloruro de magnesio ó media taza de jugo de limón
Lavar los porotos y dejarlos en remojo en dos litros de agua durante toda la noche.
Retirar una parte del agua de remojo y con el resto licuar los porotos.
Hervir aparte 2,5 litros de agua en una olla grande, agregando luego los porotos licuados. Revolver con cuchara de madera. Cuando levanta el hervor, echar un tercio del agua de remojo (que habíamos apartado) fría y esperar que rompa otra vez el hervor. Repetir esta operación dos veces más con el resto del agua reservada. Colar en caliente con una bolsa de tela de algodón blanca, exprimiendo bien. El resultado que se obtiene es la leche de soja. Lo que queda en la bolsa es el desecho.
Disolver el cloruro ó el jugo de limón en ½ litro de agua tibia y agregarlo a la leche de soja, la cual deberá estar a 60 grados de temperatura. Dejar en reposo 10 minutos para que coagule. Con una cuchara de madera larga, hacer dos cortes en cruz en el líquido. Operar de manera cuidadosa, yendo hasta el fondo e intentando levantar el contenido hacia arriba. Si aún no hubiese cuajado, agregar más sal o jugo de limón, controlando siempre la temperatura de la leche. Esperar 5 minutos más y repetir la operación con la cuchara.
Cuando la leche hubiese cuajado, se procede a escurrir el suero. Utilizar una vasija perforada, cubierta interiormente con un paño de algodón. Echar a cucharadas el contenido de la olla sobre el lienzo. Una vez finalizada la operación, cubrir con otro lienzo y una tapa de cierto peso que ayude a escurrir el suero aún presente en el cuajo.
Luego de unas horas de reposo, dentro del lienzo tendremos finalmente el queso de soja ó tofú, cuya solidez dependerá del peso de la tapa.
Queso mantecoso vegetal PARA PIZZAS     
Procesar 300g de tofú, 2 cucharadas salsa de soja, 2 cucharadas de tahin, 2 cucharadas de aceite de oliva y 1 cucharadita de condimento para pizza. Si fuese necesario agregar agua tibia hasta lograr la consistencia cremosa. Cubrir la pizza precocida, completar con cebolla salteada, morrones asados y aceitunas. Terminar la cocción en horno caliente.


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