Para iniciar un primer impulso de co-creación primero actúan dos partes esenciales: la experiencia del hombre como ser humano en la tierra y nuestra esencia más espiritual que habita en nuestro Ser de luz, quien íntimamente forma una parte de Dios. Esa parte de nosotros es la que muchos llaman "la
estructura superior".
La co-creación nace con un estímulo, intención y deseo en la tercera dimensión. Luego parte en un viaje astral hacia lo mas infinito y atemporal para preparar el escenario, para rediseñar las coordenadas que luego manifestarán en la dimensión humana para transformar aquel primer pedido, deseo o anhelo en materia. Es decir materializar en nuestras manos lo que pedimos al cosmos.
Otras partes cooperan en el trabajo de conexión y creación hacia la energía que se expresa en pedido, y son quienes con amor, aparecen en nuestro escenario terrenal para cumplir un papel, un rol como mediadores o camino entre lo que pedí, deseé y la concreción del mismo.
La co-creación conciente ayuda a distinguir con claridad las conexiones que realiza el espíritu para alcanzar aquello; identifica con precisión a las partes involucradas que ayudaron a formarlo y se alegra y gratifica de saber que todo esa creación es obra de Dios.
Todos tenemos la capacidad de co-crear.
Todos tenemos una misión y tarea en la experiencia que transitamos por la vida, cada ser humano es un ser único e irrepetible también en sus múltiples dimensiones, cada quien lleva consigo todo un maletín de vivencias y experiencias que no son mas que un rejunte de co-creaciones entre el micro y el macro cosmos.
Es necesario ser concientes de que todo el tiempo a cada momento estamos co-creando.
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