El tiempo ha llegado, la revolución ha comenzado, durante años hemos hablado sobre los cambios que tendríamos que hacer para sanar al mundo y asegurar la felicidad de las futuras generaciones, pero sabemos, o necesitamos saber, que el tiempo del simple dialogo ha concluído. Y el tiempo de unirnos, compartir, y servir para ver el cambio que debe ocurrir ha llegado.
Según despertamos al recuerdo de que podemos curar al mundo también recordamos que es algo que sólo se podrá lograr juntos. Ya que cada uno de nosotros sostiene, o esconde, dentro de nuestro ser una parte esencial del plan para la paz universal.
Así pues, ofrecemos esta humilde petición que, por el amor a todas las cosas conocidas y desconocidas, quizás atiendas durante unos momentos para escuchar, con tu corazón, las palabras que hablamos. Porque es nuestro más profundo deseo; el único propósito y camino de nuestras vidas, aprender cómo podemos trabajar colectivamente; y por tanto inspirar el mayor número de personas posible para entrar en el Nuevo Mundo de paz y armonía… juntos.
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